¿QUÉ ES LA IGUALDAD DE GÉNERO Y POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?
El concepto de igualdad de género es un término que conlleva una labor inacabada. En la actualidad las mujeres y las más pequeñas pasaron a ser la mitad de la población mundial, por ende, la igualdad de género, además de ser un derecho y no un privilegio, pasa a ser un punto central para lograr sociedades más integradas entre sí y con capacidad para desarrollarse constantemente.
El empoderamiento de la mujer trajo nuevos aires a la sociedad, es un sector muy estimulador, superproductivo y de gran crecimiento económico.
¿Qué es la igualdad de género?
La igualdad de género aboga para que todas las personas tengan los mismos recursos, derechos y oportunidades más allá de su identidad de género y que sean tratadas y que se respete su figura en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Por qué la igualdad de género es tan importante
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), “la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana”.
No tiene importancia solo política, por pensar en la justicia social, sino que se “entrelaza con valores y metas políticas y éticas que impulsan en conjunto el desarrollo de una sociedad libre y democrática.
Parte de un fundamento filosófico que dice que todos los seres humanos somos personas con dignidad igualitaria. Este es un principio y un derecho, sobre el que se fundamentan los Derechos Humanos, que consta en la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, donde dice que: todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
La igualdad de género tiene una importancia política por su relación cercana con la justicia. O sea, los seres humanos debemos ser tratados de la misma forma, no tiene que haber diferenciación por género, y todos tenemos las mismas condiciones de trato.
La promoción de estas ideas asegura cambios positivos para una sociedad democrática que impulsa un buen desarrollo de las capacidades, de la autonomía económica y de la personalidad. También disminuye el daño en lo psicológico, físico, económico y moral, dominación y dependencia.
La igualdad de género promueve los valores de la democracia y busca la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas. Entonces, lograr la igualdad de género es también luchar contra la violencia contra la mujer y toda la comunidad de la diversidad LGBTQI+.
El concepto de igualdad de género es un término que conlleva una labor inacabada. En la actualidad las mujeres y las más pequeñas pasaron a ser la mitad de la población mundial, por ende, la igualdad de género, además de ser un derecho y no un privilegio, pasa a ser un punto central para lograr sociedades más integradas entre sí y con capacidad para desarrollarse constantemente.
El empoderamiento de la mujer trajo nuevos aires a la sociedad, es un sector muy estimulador, superproductivo y de gran crecimiento económico.
¿Qué es la igualdad de género?
La igualdad de género aboga para que todas las personas tengan los mismos recursos, derechos y oportunidades más allá de su identidad de género y que sean tratadas y que se respete su figura en todos los ámbitos de la vida cotidiana.
Por qué la igualdad de género es tan importante
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), “la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana”.
No tiene importancia solo política, por pensar en la justicia social, sino que se “entrelaza con valores y metas políticas y éticas que impulsan en conjunto el desarrollo de una sociedad libre y democrática.
Parte de un fundamento filosófico que dice que todos los seres humanos somos personas con dignidad igualitaria. Este es un principio y un derecho, sobre el que se fundamentan los Derechos Humanos, que consta en la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, donde dice que: todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
La igualdad de género tiene una importancia política por su relación cercana con la justicia. O sea, los seres humanos debemos ser tratados de la misma forma, no tiene que haber diferenciación por género, y todos tenemos las mismas condiciones de trato.
La promoción de estas ideas asegura cambios positivos para una sociedad democrática que impulsa un buen desarrollo de las capacidades, de la autonomía económica y de la personalidad. También disminuye el daño en lo psicológico, físico, económico y moral, dominación y dependencia.
La igualdad de género promueve los valores de la democracia y busca la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas. Entonces, lograr la igualdad de género es también luchar contra la violencia contra la mujer y toda la comunidad de la diversidad LGBTQI+.
¿Conocés la ley de igualdad de género de Argentina?
La ley de igualdad de género se aprobó en Argentina el 9 de mayo de 2012, con 55 votos afirmativos, ningún negativo y una abstención en el Senado de la Nación. La ley 26743 admite que las personas se registren en su Documento Nacional de Identidad con su nombre, identidad de género y foto.
Además, estipuló que todas las personas que quieran modificar su cuerpo de acuerdo al género autopercibido, tenían garantizado el acceso de los tratamientos pertinentes, porque entiende la identidad de género autopercibida como la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, que puede corresponder o no con el sexo asignado al momento de nacer.
Es decir, que la ley regula la atención sanitaria integral de las personas, quienes podrán acceder a tratamientos hormonales, intervenciones quirúrgicas parciales o totales y asegura que los tratamientos médicos de adecuación del género deben estar incluidos en el Programa Médico Obligatorio.
“Esta es la primera Ley de Identidad de Género del mundo que no requiere diagnósticos médicos o psiquiátricos, ni operaciones de cambio de sexo para acreditar la identidad…”
Como todo en la vida, existe el lado B atrás de la ley que, a pesar de estar instalada, sigue habiendo mucho para cambiar en la sociedad. Tanto es así que sigue habiendo menores tasas de empleo, desbalance en la organización a nivel horizontal y vertical, violencia de género, brecha salarial entre mujeres y hombres, la que impide el desarrollo económico y laboral.
Todo eso sigue anquilosando viejos patrones en la desigualdad de género que la sociedad actual busca derribar constantemente.