Ante los retos del cambio climático y la creciente escasez de combustibles fósiles, surgen alternativas. La elección de una movilidad más ecológica es un imperativo creciente para todos y empuja a cada vez más hogares a equiparse con un coche eléctrico o de hidrógeno.
Mientras que el coche eléctrico casi no tiene secretos en cuanto a su funcionamiento, el coche de hidrógeno sigue siendo desconocido para mucha gente.
Comprar uno de estos vehículos representa una inversión y un compromiso y plantea muchas preguntas.
Un coche (o vehículo) de hidrógeno es un automóvil que utiliza hidrógeno como vector energético, usa combustible de hidrógeno.
En otras palabras, un coche de hidrógeno es un coche eléctrico que produce su propia electricidad. Los coches de hidrógeno también se clasifican como vehículos eléctricos, a pesar de utilizar combustible.
Aunque el proceso fue inventado por William Grove en 1839, los primeros prototipos de coches de hidrógeno no llegaron hasta más tarde. No fue hasta Chrysler, en 1994, que un fabricante de automóviles lo probó. Mercedes no fabricó el primer vehículo de hidrógeno de producción hasta 2005.
Un motor de hidrógeno utiliza una pila de combustible para producir una reacción que genera electricidad. Produce su propia electricidad, ¡sin necesidad de almacenarla!
La reacción química produce calor, electricidad y vapor de agua (H2O). De este modo, un coche de hidrógeno es libre de emisiones de gases contaminantes y es silencioso.
El coche de hidrógeno se recarga de la misma manera que un coche de gasolina o GLP (gas licuado de petróleo), en una estación de servicio de hidrógeno. Sin embargo, el surtidor no se introduce en el depósito como en un coche de gasolina, sino que se enrosca en una boquilla.
Al igual que el tiempo de carga rápida de un coche eléctrico, un coche de hidrógeno tarda sólo unos minutos en repostar y puede recorrer varios cientos de kilómetros.
Por desgracia, todavía hay muy pocas instalaciones de repostaje. En la actualidad, los vehículos de hidrógeno pertenecen a flotas de empresas privadas o son vehículos utilizados para el transporte a gran escala (autobuses, aviones, etc.).
El hidrógeno es un gas que existe en la naturaleza, pero no en forma «natural». Se utiliza sistemáticamente en la composición de los recursos naturales y siempre está asociado a otros elementos. Por ejemplo, se encuentra en la composición del agua (H2O).
Otra opción de producción es la electrólisis del agua, que se basa en la emanación de oxígeno y el hidrógeno como resultado de la circulación eléctrica con el agua. Por desgracia, para que este proceso se considere respetuoso con el medio ambiente, la electricidad utilizada debe proceder de fuentes renovables, como la energía eólica o solar.
La preocupación por el medio ambiente está impulsando la necesidad de combustibles alternativos. Ante el auge y las ventajas del llamado coche «eléctrico», ¿es interesante el coche de hidrógeno?
El principal argumento a favor del coche de hidrógeno es su excelente historial medioambiental en términos de rendimiento. Es un coche que solo emite vapor de agua, es decir, con un impacto medioambiental nulo, con cero emisiones.
Sin embargo, hay dudas sobre cómo se produce y transporta el hidrógeno, cómo se fabrica el vehículo, cómo se fabrican la pila de combustible y la batería…
Al menos, en comparación con la batería de litio de un vehículo eléctrico «convencional», ¡el hidrógeno es un combustible menos contaminante!
¿Qué opinas de este tipo de vehículo? ¿Crees que es el futuro?
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