La famosa ruta de peregrinación española de 800 km, el Camino de Santiago, se ha convertido en uno de los paseos más populares de Europa y merece la pena hacerlo.
En la época medieval, peregrinos de toda Europa viajaban a lo que hoy es Santiago de Compostela para ver los presuntos restos del apóstol Santiago. Hoy en día, la gente recorre el Camino por todo tipo de razones, y en 2023, ¡miles de personas se atarán las botas y probarán el Camino!
Si estás pensando en unirte, seguro que encontrarás muchos libros que describen la historia del Camino y los viajes personales de los autores por la senda. Aunque son una fuente de inspiración útil, estos libros a menudo omiten aspectos básicos.
Así que aquí tienes los mejores consejos prácticos que querrás saber antes de empezar a caminar 😉
¿Cómo hacer el Camino de Santiago? ¡Te lo contamos!
Cuando se habla del Camino, generalmente se hace referencia al Camino Francés, que comienza en la frontera francesa, atraviesa los Pirineos, las llanuras del Quijote y termina en las colinas verdes de Galicia. Aunque es la ruta más conocida hacia Santiago, no es la única disponible.
La segunda ruta más popular es el Camino Portugués, que discurre hacia el norte desde Lisboa y Oporto. En España, el Camino del Norte recorre la costa septentrional del País Vasco; el Primitivo, la ruta original del Camino, discurre más al norte que el Camino Francés, porque gran parte de España estaba bajo control árabe cuando se estableció hace cientos de años; y la Vía de la Plata, en el sur de España, es la más larga de las rutas.
Todas estas rutas atraen a peregrinos que buscan una experiencia diferente. Tanto si buscas vistas a la playa, una caminata más extenuante o soledad, una de estas rutas puede ser más adecuada para ti que el popular Camino de Santiago Francés.
El Camino Francés tiene algunas subidas duras y algunos tramos largos sin servicios, pero las personas razonablemente en forma no deberían tener mayores problemas.
No es necesario tener conocimientos técnicos de senderismo ni una resistencia sobrehumana. Incluso es posible reservar hoteles relativamente cómodos y baratos a lo largo del camino, o utilizar un servicio de traslado de equipaje como el que ofrece Correos para trasladarse de un lugar a otro. ¡Puedes seguir tu propio camino como quieras!
No necesitas ser autosuficiente. Al contrario, probablemente sea más complicado encontrar un lugar para acampar que pagar por uno de los alojamientos baratos para peregrinos. Además, llevar encima todo el equipo de acampada puede ser duro y te cansarás mucho más rápido, aun con buena preparación física.
La gente lleva mil años recorriendo el Camino de Santiago. Está bien establecido y señalizado, así que si estás pensando en comprar una guía para no perderte y quedarte atascado en medio de la nada, no lo hagas.
De hecho, hay algunas rutas alternativas que llegan al mismo destino, y hoy en día existe una aplicación para asegurarte de que no te pierdes. Pero si quieres ver el Camino a través de la lente de un experto o no quieres preocuparte por el alojamiento, entonces tal vez una guía sea para ti.
El tiempo es un factor a tener en cuenta, pero es posible recorrer el Camino francés durante todas las épocas del año. Ten más en cuenta las aglomeraciones.
En agosto, por ejemplo, muchas familias españolas recorren tramos del Camino durante las vacaciones escolares de sus hijos, y la ruta adquiere un aire de vacaciones familiares. Mientras que en mayo y junio, las multitudes son más internacionales, y durante los meses de invierno la ruta atrae a caminantes serios.
Elige según tus preferencias tu mejor época para hacer el Camino.
La mayoría de las guías recomiendan parar en las grandes ciudades, donde hay más albergues y servicios, pero si te sales un poco de las guías puedes encontrar pequeños pueblos increíbles. Es probable que en estas paradas solo haya una o dos tabernas para entretenerse, pero con un buen grupo de peregrinos es suficiente.
Conocer tus propios pies antes de empezar a caminar hacia Santiago te ayudará a evitar lesiones que acaben con el viaje. Esto empieza por encontrar el calzado adecuado (botas o zapatillas, impermeables o transpirables, holgadas o ajustadas) y suele terminar por encontrar la solución adecuada para las ampollas.
Si se usan correctamente, los bastones pueden quitarte un 20% de peso de las rodillas. En las subidas, ese 20% puede significar la diferencia entre amar la sencillez de ir de mochilero o querer tirar la mochila por el puente más cercano.
Para obtener la Compostela, un documento en latín que declara la finalización de la peregrinación, solo es necesario recorrer a pie los últimos 100 km. Así que en la localidad de Sarria, a 112 kilómetros de Santiago, el número de peregrinos se dispara.
Durante los meses de verano, deberías considerar llamar con antelación para reservar una cama en un albergue privado en Sarria y las siguientes localidades, y estar preparado para un ambiente festivo y grandes grupos de escolares españoles en el camino.
Para demostrar que han caminado tanto como dicen, los peregrinos recogen sellos en cada albergue en un «pasaporte del peregrino» (que se puede comprar por un euro en la mayoría de las ciudades del camino).
A lo largo de la mayor parte del camino, un sello en cada albergue es suficiente para demostrar la condición de peregrino, pero la oficina del peregrino de Santiago recomienda conseguir dos o tres en los últimos 100 kilómetros. Así es más difícil «falsificar» un Camino solamente para llegar a Compostela.
Hay que hacer cola temprano para conseguir un asiento en la misa del peregrino de la Catedral de Santiago. Por motivos de seguridad, no puedes llevarte la mochila, pero puedes guardarla por unos euros en el Centro de Acogida de la Casa del Peregrino.
Ten en cuenta que la catedral está siendo restaurada para las celebraciones del Año Santo 2023, por lo que es posible que algunas secciones estén cerradas. El Foro del Camino es una mina de información sobre el Camino en general y un buen lugar para buscar actualizaciones sobre el cierre.
Después de cuatro o cinco semanas caminando y lavándote las manos, puede que quieras cambiarte de ropa en Santiago. Enviar una caja con antelación es una buena manera de reabastecerse, especialmente si todavía está viajando. Hay varias formas de hacerlo.
El servicio de correos español, como ya se ha mencionado, no solo puede enviar tu equipaje de un lugar a otro, sino que también guarda cajas de entrega general en Santiago. Dicen que solo las guardan durante quince días, pero tienen fama de ser comprensivos con los peregrinos lentos. Traer material extra a España y luego enviarlo a Santiago es la opción más barata.
Una opción más cara pero más práctica es enviar una caja a Ivar Rekve, un veterano defensor del Camino. Él guardará tu caja durante 60 días en un almacén cerca de la catedral e incluso te la entregará en tu hotel u hostal a tu llegada.
La mayoría de la gente termina su Camino en Santiago, pero puedes caminar otros 90 kilómetros, o 56 millas, hasta los faros de las localidades costeras de Finisterre y Muxía.
Esta caminata extra, que suele completarse en tres días, da a los peregrinos algo más de tiempo para reflexionar sobre su experiencia, y contemplar la puesta de sol sobre el Atlántico es una forma espectacular de terminar el viaje.
Nadie hace el Camino de la misma manera. Puedes entrenarte para las largas jornadas de marcha y reducir el peso de tu mochila, pero el Camino siempre te deparará sorpresas. Tendrás una semana de lluvia que trastocará tu detallado horario o te encontrarás la mochila llena de botellas de vino para un picnic comunitario.
Estos consejos para hacer el Camino te ayudarán a empezar, ¡pero lo que realmente necesitas es dejar que el Camino suceda! ¿Preparad@?
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