En Mallorca, la felicidad se manifiesta de múltiples formas, aromas y colores. Sus numerosas playas y calas se convierten en los protagonistas del paisaje costero. Más de trescientas de ellas se distribuyen a lo largo de toda la costa, cubiertas por un manto de cristal que se transforma constantemente, cambiando de tonalidad con cada rayo de sol. Este microcosmos playero alberga algunas de las 25 mejores playas de España.
Además, es importante mencionar la deliciosa gastronomía que se encuentra en Mallorca, como el exquisito plato llamado ‘frit mallorquí’, la sabrosa ‘coca de trampó’, el tradicional ‘arròs brut’ o la famosa ensaimada, que añaden el toque perfecto al día de playa.
No podemos dejar de lado las atracciones culturales, como la impresionante catedral de Palma, el imponente castillo de Bellver y el majestuoso Palacio Real de la Almudaina, que deleitan a los amantes de la cultura. No obstante, si pudiéramos asociar la felicidad con un lugar en vez de un estado de ánimo, indudablemente serían las playas y calas de Mallorca.
Cada aspecto de esta playa es verdaderamente singular. Para llegar a Sa Calobra, es necesario recorrer una de las carreteras más impresionantes de España, una maravilla de la ingeniería que asciende serpenteando por casi novecientos metros de desnivel.
Una vez que se alcanza el destino, se encuentran dos playas en una: la primera es la cala de Sa Calobra, pero si se sigue un tranquilo sendero y se atraviesa una cueva, se llega a una playa de gravas que parece haber sido extraída directamente de la imaginación de Julio Verne. Esta es la famosa Torrent de Pareis, un cañón que atraviesa la robusta sierra de Tramontana y brinda una ventana al azul del Mediterráneo.
Este tramo costero en forma de pasillo es considerado la playa más hermosa de Santanyí. Aunque su acceso puede resultar un tanto complicado, los pinos, los acantilados, la arena blanca y las aguas transparentes convierten a esta cala en un lugar imprescindible que nadie quiere perderse.
Es por eso que durante los meses de julio y agosto, si no se madruga, ¡en esta playa de Mallorca resulta difícil encontrar un espacio donde colocar la toalla!
El yate de Juan de Borbón solía anclar en Cala Fornells. A lo largo de la primera línea costera, se encuentran alojamientos vacacionales, restaurantes, hoteles y segundas residencias que ofrecen todas las comodidades a los visitantes.
Esta playa, situada cerca de Andratx y rodeada de acantilados, se caracteriza por su tranquilidad. Con su arena de grano grueso, sus pinos y sus aguas turquesas, es conocida por sus vistas panorámicas de la bahía que abarca las playas de Peguera, Santa Ponça y la Illa es Malgrat. A tan solo doscientos metros de distancia, se encuentra la opción alternativa de la vecina Caló de ses Llises.
A pocos kilómetros del Puerto de Pollença y del punto más al norte de Mallorca, se encuentra esta maravilla natural. Al lado del reconocido Hotel Formentor, que ha sido lugar de hospedaje para personalidades destacadas del mundo cultural como Churchill, Octavio Paz y Josep Pla, esta playa combina una personalidad única con una belleza paisajística que ofrece vistas impresionantes de la bahía de Pollensa.
El bosque de pinos que rodea la zona llega hasta la fina arena, por lo que nunca faltará sombra. La playa se extiende a lo largo de un kilómetro y medio, dividida en diferentes áreas como L’espigó, La veranda y Platjamar.
Esta cala es ideal para aquellos que prefieren disfrutar de la playa sin la presencia de muchas personas. Situada en la costa este, no es fácil de encontrar y mucho menos de acceder a ella, pero te aseguramos que merecerá la pena.
La mejor opción es llegar en embarcación, aunque también se puede optar por llegar a pie o en bicicleta. La fina arena blanca y las aguas turquesas, son posiblemente las más espectaculares de Mallorca, ¡realmente lo valen!
Además, se respira una tranquilidad en el ambiente. Esta cala virgen también se enorgullece de albergar uno de los conjuntos de cuevas submarinas más grandes de Europa, lo cual es un verdadero tesoro para los amantes del buceo y el snorkel. Siguiendo un corto sendero, se llega a Es Caló Blanc, donde se encuentra un arco rocoso natural que bien merece ser capturado en una postal.
Aunque la Sierra de Tramuntana no es conocida por sus playas, existen algunas excepciones destacables, como la cala Tuent. El camino hacia la playa es estrecho y sinuoso, pero vale la pena recorrerlo cuando el destino es esta cala de guijarros que se rinde ante la imponente altura del Puig Major.
Cala Tuent es imprescindible para aquellos que aún creen que Mallorca tiene mucho más que ofrecer que solo Magaluf.
El Parque Natural de Mondragó, situado al sur de Mallorca, es un precioso entorno que alberga un universo de playas. Se caracteriza por sus calas de arena blanca, acantilados impresionantes, vegetación típicamente mediterránea y praderas de Posidonia oceánica que garantizan la calidad del agua.
La cala Mondragó, también conocida como Ses Fonts de n’Alís, es una de las playas destacadas del parque, seguida de Sa Amador y Es Borguit, que son menos concurridas que la primera.
En S’Amarador, un amplio bosque de pinos abraza la fina arena. La entrada al agua es gradual, lo que la convierte en un lugar ideal para disfrutar de un día relajado en la playa en familia.
Esta cala es una de las pocas playas completamente vírgenes que quedan en el este de Mallorca. Para llegar a ella, será necesario caminar a menos que se tenga la suerte de ser propietario de un velero u otra embarcación similar.
La ruta hacia esta paradisíaca playa comienza en el faro de Cap de Ses Salines y tiene una duración aproximada de una hora. Además del pareo, es imprescindible llevar calzado adecuado, así como bebida y algo de comida. El esfuerzo vale la pena debido a los increíbles acantilados de piedra caliza y las cálidas aguas de un azul transparente que se encuentran allí. Cerca se encuentra la más concurrida caló des Moro.
El entorno de cala Agulla es verdaderamente idílico, rodeado de pinos y montañas, con aguas cristalinas de increíbles tonalidades azul claro. Esta playa ha sido declarada Área Natural de Especial Interés (ANEI) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), junto con cala Mesquida.
Sin embargo, a pesar de estas distinciones, cala Agulla se encuentra en las afueras del popular complejo turístico de Cala Ratjada, en el extremo oriental de Mallorca.
Por lo tanto, en agosto se convierte en el lugar perfecto para comenzar o continuar la fiesta. ¡No es recomendable para aquellos que buscan una playa solitaria y tranquila!
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