El iPhone 15 Pro Max marca una de las evoluciones más complejas en la historia de los iPhones. Si echas un vistazo a sus especificaciones, no encontrarás cambios revolucionarios. Pero, cuando lo pruebas a fondo y analizas más allá de las simples especificaciones, te das cuenta de que este iPhone está abriendo camino para la nueva dirección que Apple quiere seguir.
Este análisis es tan interesante como complejo, especialmente para aquellos que quieran conocer en detalle cómo se desempeña su cámara, procesador y todas las características que lo diferencian de su predecesor, el iPhone 14 Pro Max. Así que acomódate, porque hay mucho que contar.
En cuanto al diseño, Apple plantea la posibilidad de hacer que los iPhones sean aún más resistentes. Para el iPhone 15 Pro Max y, presumiblemente, las próximas generaciones, la apuesta es el titanio.
Diciendo adiós al acero inoxidable, este modelo abraza un contorno de titanio pulido de grado aerospacial. Apple utiliza esta denominación para referirse a metales que también se emplean en la construcción de naves espaciales. A pesar de la estrategia de marketing en torno a este material, en la práctica, su presencia no resulta tan evidente.
Apple destaca que la estructura interna del iPhone sigue siendo de aluminio 100% reciclado, pero con un rediseño interno para acomodar nuevos componentes como el teleobjetivo «tetraprisma».
Desmontajes del teléfono revelan que el titanio desempeña un papel al recubrir el chasis de aluminio con una fina capa, por lo que su presencia en el dispositivo no es tan prominente en comparación con el aluminio. Más allá de la cantidad de protagonismo, lo significativo son los cambios obtenidos al emplear este material.
Ahora, veamos la traducción práctica de usar titanio en lugar de acero inoxidable. Este material destaca por su excelente relación entre resistencia y peso. Esto se nota claramente: el dispositivo ha perdido nada menos que 19 gramos.
Además de la reducción de peso, el nuevo proceso de fabricación del iPhone hace que quitar el vidrio de la parte trasera sea una tarea menos complicada. Gracias a esto, el costo de reparar un cristal roto disminuye significativamente, pasando de los 669 euros del 14 Pro Max a 229 euros, lo que supone una diferencia de más de 400 euros.
Han introducido alteraciones en el frente del dispositivo. Ahora, los biseles son más estrechos, logrando una relación de aprovechamiento frontal más cercana al 90% (89,8% frente a 88,3% en la generación anterior), según datos de GSMarena. ¿Se percibe la reducción de biseles? Desde nuestro punto de vista, sí, aunque no de manera radical. Si tienes un iPhone de la generación anterior a tu disposición y te fijas bien, es fácil darse cuenta de la delgadez del nuevo marco.
En la parte inferior, conserva la misma disposición de altavoz, micrófono y puerto. Sin embargo, ahora el puerto es de tipo C y utiliza tecnología USB 3.2. En cuanto al rendimiento, lo examinaremos más a fondo en la sección correspondiente.
La botonera de titanio presenta ahora una pulsación aún más firme, y justo encima de ella, se destaca el protagonista principal de esta generación: el botón de acción.
El interruptor de volumen deja de existir por una razón válida. Nos despedimos del interruptor de volumen que nos ha acompañado desde 2007. ¿Lo extrañaremos? No.
Un botón programable con un total de ocho funciones:
La pantalla es uno de esos aspectos en los que, desde nuestra perspectiva, Apple ha optado por ser conservadora. Desde el punto de vista técnico, es exactamente el mismo panel, con la misma resolución, tamaño y brillo.
Los valores que ha ofrecido en HDR y brillo pico son exactamente idénticos a los de la generación anterior. Apple es una de las pocas empresas que proporciona un brillo sostenido de 2,000 nits reales (siempre y cuando el teléfono no se caliente). Aunque haya propuestas técnicas que lleguen hasta los 2,500 o 2,600 nits, estos solo se exhiben en contenidos HDR en pequeñas áreas blancas del panel. Esto significa que, bajo la luz solar directa, el iPhone 15 Pro Max seguirá siendo uno de los mejores.
A pesar de ello, y considerando la potencia del procesador, quizás se echa en falta que Apple se arriesgue a dar un salto en la resolución, que pierda el miedo a aumentar el brillo máximo y, en última instancia, nos resulta extraño que la única diferencia notable en el panel al comprar un iPhone 15 Plus sea ProMotion.
Es importante destacar nuevamente el esfuerzo en términos de calibración. Este panel de 6.7 pulgadas, con una resolución de 2,778 x 1,284 píxeles y una tasa de refresco adaptativa de hasta 120 Hz, realiza un trabajo excepcional en cuanto a la colorimetría.
Con el iPhone 14 Pro, se introdujo el modo Always On Display, que permite mantener la pantalla encendida con una interfaz idéntica a la pantalla de bloqueo, sin pantallas completamente negras. Al igual que en la generación anterior, una ventaja del AOD del iPhone es que depende del propio sensor de brillo. Si estamos en exteriores y bloqueamos el panel con un brillo alto, la pantalla brillará más. Si estamos en interiores con el brillo bajo, el Always On Display iluminará mínimamente.
Puede reducirse a 1 Hz en el modo Always On Display, pero el consumo de batería sigue siendo alto. Mantenerlo activado durante todo el día significa perder cerca de un 15% adicional de la batería (aproximadamente 1% cada hora). Con ese 15% adicional, es fácil perder una hora de pantalla, por lo que personalmente no estoy dispuesto a sacrificar tanta autonomía. Para minimizar este consumo, siempre podemos configurar el Always On Display completamente en negro, sin fondo de pantalla ni notificaciones.
Una novedad de iOS 17 es el modo «En Reposo», que está activado por defecto. Cuando el iPhone está cargando y en posición horizontal, se activa este modo que muestra widgets, relojes y otra información.
Es una función muy visual, pero quizás no sea la más amigable para la longevidad del panel OLED. La carga de un iPhone lleva casi dos horas, y dejarlo cargando con la pantalla encendida mostrando contenido estático puede no ser una práctica recomendable.
La isla dinámica finalmente ha eliminado el notch y está presente en todos los modelos de la familia iPhone 15. Este cambio fue uno de los más notables el año pasado, transformando el espacio que albergaba los sensores Face ID en una región funcional y dinámica.
El tamaño de la isla no ha cambiado en esta generación, manteniéndose tan característica como antes, aunque algunos la encuentren molesta. Esta solución de diseño curvo está posicionada ligeramente más abajo que la parte inferior del notch, lo que la hace más evidente al visualizar contenido.
iOS continúa integrando diversas funciones nativas para aprovecharla, como los avisos de carga, la pausa/reanudación de grabaciones de voz y pantalla, las indicaciones en tiempo real de mapas, entre otras. Estas son algunas de las funciones del sistema para la isla:
La lista de aplicaciones compatibles sigue creciendo e incluye nombres como Uber, Flighty, Spotify, Citymapper, Nike Run Club, Audible, etc. Aunque no sea un elemento revolucionario, esta evolución representa una de las mejores maneras de convertir un mal necesario (si queremos tener el sistema biométrico más avanzado, es necesario ocultarlo en algún lugar) en una función de valor.
La calidad de audio del iPhone 15 Pro Max continúa destacando como una de las mejores, si no la mejor, que hemos experimentado en un teléfono de alta gama. Ofrece un sonido claro, nítido y limpio de frecuencias agudas, además de ser rico en frecuencias graves.
El volumen final es muy alto, sin llegar a distorsionar de manera notable. En esta generación, los auriculares oficiales de Apple han pasado a ser de tipo C, asegurando así su compatibilidad con esta nueva generación de productos.
Con la llegada de iOS 17, también se han actualizado los tonos de llamada, y se presenta una opción para personalizar el audio espacial utilizando la cámara del iPhone.
Esta función crea un perfil personalizado basado en el tamaño y la forma únicos de nuestras orejas, permitiendo que los auriculares con audio espacial, como los nuevos AirPods, se adapten de manera óptima a nuestra anatomía.
El Apple A17 Pro se destaca como el primer procesador de la industria fabricado en un avanzado proceso de tres nanómetros. Este chip ha evolucionado sobre la base del Apple A16 Bionic, aprovechando el nuevo nodo litográfico de ultravioleta extremo (UVE).
Las mejoras en la microarquitectura del procesador se reflejan en un rendimiento de la CPU un 10% superior en comparación con la generación anterior, y la GPU experimenta un impresionante salto del 20%, ahora con un núcleo adicional (seis núcleos en total en esta generación).
Apple destaca que sus núcleos de alta eficiencia presentan una relación de rendimiento por vatio significativamente mejorada, llegando a ser hasta tres veces más eficientes que la competencia. Además, este procesador es el primero de la compañía en contar con soporte nativo para el trazado de rayos.
Esta innovación permite que el iPhone 15 Pro ejecute juegos de consola, como ‘Resident Evil Village’, ‘Resident Evil 4’, ‘Death Stranding’ o ‘Assassin’s Creed Mirage’, con una fluidez de 30 FPS.
Es importante señalar que no se trata de juegos diseñados específicamente para dispositivos móviles; más bien, se espera que haya colaboraciones con gigantes de la industria de los videojuegos para llevar versiones directas de juegos de consola al iPhone 15 Pro, aunque con una resolución adaptada al formato móvil.
Esta nueva generación de iPhone finalmente adopta el conector USB-C. En el caso de los iPhone 15, lo hacen utilizando el estándar USB 2.0, mientras que los iPhone 15 Pro y Pro Max apuestan por el USB 3.2.
Cabe señalar que, a pesar de esta actualización, el cable incluido en la caja del iPhone 15 Pro Max sigue siendo del estándar USB 2.0, algo que puede mejorarse, pero que sigue la tendencia general de otros fabricantes de Android.
La elección de Apple de adoptar el estándar USB-C se alinea con la legislación europea y permite cargar dispositivos como el iPad, la Mac o el iPhone con el mismo cable. En cuanto a las diferencias entre USB 2.0 y USB 3.2, la principal reside en la velocidad de transferencia de datos:
El iPhone 15 Pro Max, con el cable adecuado, ofrece una velocidad de transferencia de datos impresionante de hasta 10 Gbps, lo cual tiene sentido, especialmente considerando la capacidad de grabación de video 4K en ProRes HDR. Sin embargo, si no dispones del cable que soporte USB 3.2, la velocidad de transferencia puede ser más lenta que utilizar AirDrop.
Es importante destacar que el puerto USB-C del iPhone 15 Pro Max admite la salida de vídeo, lo que permite duplicar el contenido del teléfono en monitores o televisores mediante un adaptador USB a HDMI. Esto es una excelente opción para aquellos que disfrutan de juegos, ya que pueden experimentarlos en pantallas más grandes.
Además, la transición al USB-C significa el fin del conector Lightning, abriendo la puerta a la compatibilidad con una amplia variedad de dispositivos y periféricos.
Comprender las cámaras del iPhone 15 Pro Max presenta un desafío, no tanto por el hardware en sí, que no difiere mucho de sus competidores directos, sino por las numerosas modificaciones a nivel de software y procesamiento que trae esta generación. En primer lugar, echemos un vistazo al hardware que incorpora este 15 Pro Max.
En términos generales, el hardware es aparentemente similar al del iPhone 14 Pro Max, excepto por la introducción de un teleobjetivo «tetraprisma» con cinco aumentos y una apertura atractiva de f/2.8. Este teleobjetivo presenta una estructura de vidrio plegado que refleja la luz cuatro veces, extendiendo la distancia focal hasta los 120 mm. Este diseño propio de Apple permite un zoom 5x sin requerir un sensor significativamente más grande.
Para mejorar la calidad de las imágenes, se ha mejorado el recubrimiento de las lentes para reducir los reflejos. En términos sencillos, «tetraprisma» se refiere a una estructura de vidrio que se pliega debajo del objetivo, reflejando la luz cuatro veces para ampliar la distancia focal sin necesidad de un sensor más grande. Además, se ha agregado estabilización óptica mediante desplazamiento de imagen.
La verdadera innovación está en el software y procesamiento. Apple afirma que, aunque el iPhone 15 Pro Max cuenta con tres cámaras, proporciona una experiencia equivalente a siete cámaras debido a su capacidad para disparar en varias distancias focales. Desde macro hasta 120 mm de zoom óptico, Apple promociona una versatilidad fotográfica excepcional.
Es fundamental comprender que, a diferencia del zoom digital convencional, los iPhone utilizan recortes de diferentes partes del sensor para lograr distintas distancias focales. Esto se traduce en una calidad «óptica» en todas las distancias, ya que no se realiza un zoom digital, sino que se emplean recortes del sensor para obtener diferentes longitudes focales.
En resumen, el iPhone 15 Pro Max no solo presenta un nuevo hardware impresionante, sino que también redefine la forma en que se procesan y capturan las imágenes, brindando una experiencia fotográfica extremadamente versátil.
La fotografía en modo retrato representa uno de los cambios más significativos en esta generación, junto con los 24 megapíxeles. Es la implementación más destacada de este concepto en un teléfono inteligente.
El iPhone 15 Pro Max tiene la capacidad de detectar de manera automática cuando deseamos que una fotografía se capture en modo retrato. Aunque Apple inicialmente habló de personas y animales, la funcionalidad va mucho más allá.
En situaciones donde hay elementos a diversas profundidades en el plano, basta con tocar uno de ellos para que el iPhone reconozca que queremos que esa foto sea un retrato. En la vista previa, observaremos una ‘f’ (el icónico símbolo de apertura del modo retrato). Esto indica que posteriormente, en la galería, podremos editar esa fotografía con su correspondiente mapa de profundidad.
En el caso de fotografías de personas, el proceso es aún más sencillo: el mapa se genera automáticamente, sin necesidad de hacer «tap to focus». Esto transforma por completo la experiencia de tomar fotos con el teléfono. Ya no es necesario abrir explícitamente el modo retrato, esperar a que se active y realizar ajustes. Simplemente abrimos la cámara, enfocamos, verificamos que la ‘f’ está activa y listo. En la fase de edición, podremos ajustarla según nuestras preferencias.
Un detalle interesante es que, en los ajustes del teléfono, se indica que el modo retrato siempre captura a 12 megapíxeles. Esta explicación no es completamente precisa por parte de Apple: solo las fotos tomadas con el zoom 2x (debido a ser un recorte) y con el zoom 5x (porque este sensor es de 12 megapíxeles) se capturan a 12 megapíxeles. El resto de retratos se realizan a 24 megapíxeles, excepto cuando se capturan en modo noche.
Cabe destacar que, gracias a la impresionante capacidad del teléfono para captar luminosidad, el modo noche rara vez se activa en ninguna situación, incluso en condiciones de luz desfavorable, donde utiliza el teleobjetivo de manera efectiva.
En cuanto a las selfies, es destacable que han experimentado mejoras con respecto al iPhone 14 Pro. Se aprecian mejoras en el rango dinámico (HDR), colorimetría e incluso en la gestión de reflejos.
Aunque aún puede tender a sobreexponerse en ciertas situaciones, no se compara con lo observado anteriormente.
Hay dos novedades importantes. La primera es la posibilidad de cambiar de cámara mientras se graba en modo 4K a 60 FPS. La segunda representa una de las innovaciones más significativas en la historia de Apple en cuanto a video: la capacidad de grabar en formato logarítmico.
Con el iPhone 15 Pro Max, ahora es posible grabar en formato LOG, un perfil de grabación plano que facilita rescatar más información de la imagen y mejorar el color durante la postproducción.
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