Cuando escuchamos la palabra «dependencia emocional«, vemos un escenario desolador en el que una persona depende completamente de la otra para todo lo que hace, las decisiones que toma y los logros que consigue.
Lamentablemente, esto es solamente una pequeña parte del relato. Entendamos primero qué es la dependencia emocional.
La dependencia emocional es una condición mental en la que una persona no está dispuesta a aceptar la responsabilidad completa de sus propias emociones. Experimentan pérdida, sufrimiento, miseria, preocupación y tristeza, pero son incapaces de abrazar, aceptar o cultivar estos sentimientos.
Con frecuencia no afrontan el origen de sus sentimientos, lo que les lleva a desear la aprobación de los demás. Dependen emocionalmente de los elogios y la atención de los demás, especialmente de la pareja, para determinar su valor e individualidad.
Las consecuencias de la dependencia emocional que surgen, pueden ser graves para nuestra salud mental y nuestro bienestar.
Hace falta valentía para aprovechar las habilidades que nos ayudarán a ir más allá de nuestro deseo de complacer a los demás, lo que hace que la dependencia afectiva sea difícil de superar. Sin embargo, si quieres alcanzar todo tu potencial, debes aprender a ser emocionalmente fuerte.
Depender ligeramente de tu pareja está bien, pero cuando tu felicidad se basa en sus emociones, se convierte en algo desequilibrado y perjudicial. Por ello, es fundamental que tu compañer@ te proporcione el apoyo adecuado siempre que lo necesites, o de lo contrario podría resultar abrumador.
Superar la dependencia emocional puede ser un proceso duro que requiere enfrentarse a realidades y tragedias incómodas.
Descubrir la presencia de ánimo y el poder interior que te permitirán ser más autosuficiente es emocionante y puede conducirte a la verdadera felicidad.
Cuando no asumes la responsabilidad de tus propios sentimientos y eres incapaz de definir tu propia valía, acabas dependiendo de los demás. Este estado no es más que ser víctima de las decisiones de los demás. En este caso, el individuo necesita comprender que
Algunas de las características clave de la dependencia emocional incluyen:
Una de las más difíciles de superar es la dependencia emocional de los familiares. Suele corresponder a arreglos familiares en los que los padres experimentan una intensa preocupación y la transmiten a sus hijos. Estos últimos se crían con un miedo abrumador al mundo exterior. Todo lo exterior se considera una amenaza, mientras que la familia se considera un refugio seguro.
Este tipo de dependencia es uno de los más dañinos y frecuentes. Forma parte de una creencia errónea que supone que la pareja da sentido a la propia vida o protege de la terrible soledad. Por ello, la pareja se convierte en el eje de la propia vida.
El rasgo más distintivo de esta enfermedad es una necesidad abrumadora de ser reconocido y aprobado en todos los ámbitos. El individuo entra en pánico si no recibe suficientes expresiones genuinas de admiración y aprobación. Es más, hará lo que sea para adquirir esta aparente compensación psicológica. Sentirse rechazado es lo peor que podría ocurrirle, en su opinión.
Se cuestionan a sí mismos con frecuencia. Por ejemplo, puede que te den un trabajo en el que eres más que capaz de triunfar. En tu mente, crees que no puedes manejarlo.
Puede que no te sientas lo suficientemente bueno para un determinado grupo social, trabajo o relación. No solo te intimidas a ti mismo, sino que te convences de que eres incapaz de cuidar de ti mismo. Por lo tanto, si te sientes indigno de algo o de alguien, entonces eres dependiente emocional.
Las personas con capacidades mentales y emocionales sanas disfrutan del tiempo a solas. Alguien que lucha contra la dependencia emocional se sentirá tremendamente incómodo cuando esté solo. Esto puede significar ansiedad excesiva cuando está solo en una fiesta o depresión extrema cuando está soltero.
Como las personas que luchan contra la dependencia emocional tienen tan poca confianza en sí mismas, sabotean sus propios éxitos sin querer. Puede que te encuentres en una relación maravillosa. En lugar de apoyarte en ella, no te crees merecedor de tanta felicidad. Así que actúa.
Necesitas que esta relación funcione para sentirte positivo, pero actúas de forma excesivamente celosa o agradable para asegurarte de que funcione en lugar de ser abierto y comunicar tus miedos.
Alguien que lucha contra la dependencia emocional puede parecer confiado o incluso engreído desde la distancia. Pero se trata de una cortina de humo para engañar a los demás.
Alguien que lucha contra la dependencia emocional puede no quejarse de su aspecto o hablar mal de sí mismo.
Alguien que tiene confianza en sí mismo compartirá sus sentimientos y emociones. Hablarán cuando no estén de acuerdo con algo y se defenderán.
Si dependes emocionalmente de una relación tóxica, caerás en comportamientos sumisos, especialmente cuando estés con alguien dominante. Aceptarás comportamientos soeces y accederás a cosas que en realidad no quieres hacer para mantener la paz.
Si luchas con la dependencia emocional, te cuestionas a ti mismo. Incluso si sabes que has hecho algo bien o que estás teniendo éxito, necesitas escuchar elogios y aprobación de fuentes externas.
Dejar que tus emociones dependan únicamente de los demás significa que respetas más las opiniones de los demás que las tuyas propias. Cuando eso ocurre, no te tratas a ti mismo con amor y respeto.
Puedes dejar que los demás te pisoteen. Y puede que te entregues a cosas como las drogas y el alcohol, o que pongas un esfuerzo excesivo en personas que no te corresponden.
Los comportamientos celosos pueden provenir de problemas de confianza. A menudo están más profundamente arraigados en la dependencia emocional. Cuando dependes emocionalmente de la aprobación de los demás o de relaciones exitosas, el miedo a perder eso puede volverse tan intenso que te vuelves salvaje e irracionalmente celoso.
No solo te preocuparía que tu pareja sentimental te dejara o te engañara, sino que mirarías a las parejas de Instagram y a la gente popular y te pondrías verde de envidia.
La dependencia emocional suele ser el resultado de problemas de autoestima, falta de confianza en uno mismo y una historia pasada de apego inseguro en las relaciones. Aunque cada persona puede experimentar estos problemas de formas diferentes, es fundamental reconocerlos tal y como son. La falta de sentido de uno mismo hace que la persona dependa de quienes la rodean para validar su carácter. Las personas dependientes emocionales tienden a buscar validación y seguridad en sus relaciones cercanas.
La dependencia emocional es como un espectro, en el que la independencia emocional y la autorrealización se sitúan en un extremo y la dependencia total de la relación de pareja, un amigo o un ser querido en el otro.
Las personas emocionalmente independientes saben ser emocionalmente fuertes y pueden afrontar los problemas por sí solas.
Prefieren hacer frente a sus necesidades emocionales por sí solas; sin embargo, pueden tener dificultades para mostrarse vulnerables y abiertas con sus parejas o seres queridos, lo que puede dar lugar a problemas en la relación.
Por estar en el centro, las parejas interdependientes son las más sanas. La interdependencia también implica que cada uno entiende y trata de satisfacer sus propias necesidades emocionales.
Si no puede satisfacer todas sus demandas emocionales, puede pedir ayuda a su pareja. En otras palabras, puede depender de ellos para algunas de sus necesidades emocionales, pero no para todas.
La mayoría de las personas crean conexiones interdependientes con una red de amigos, compañeros de trabajo, mentores y seres queridos, lo que permite que cada necesidad se aborde a través de diversas interacciones, dando lugar a vidas más ricas y equilibradas que no dependen excesivamente de una sola persona o relación.
La dependencia emocional se sitúa en el otro extremo del continuo emocional. En esta situación, acabas dependiendo de tu pareja para satisfacer todas tus demandas emocionales.
Por ejemplo, si te enfrentas a una angustia emocional, es posible que quieras confiar inmediatamente en tu pareja sentimental antes de intentar manejarla por ti mismo.
En una relación así, puedes sentir que no puedes vivir sin el apoyo emocional de tu pareja. Esto sugiere que su relación tóxica ha llegado a un nivel de dependencia poco saludable.
Si tienes dificultades para satisfacer tus necesidades emocionales y dependes emocionalmente de tus relaciones románticas, las consecuencias empezarán a manifestarse en otros aspectos de tu vida. He aquí algunos ejemplos de cómo se expresa la dependencia emocional:
Si quieres saber cómo fortalecerte emocionalmente, tendrás que identificar los factores desencadenantes que provocan algún conflicto importante en la relación.
En la mayoría de los casos, la dependencia emocional conduce a una relación tóxica. Si un miembro de la relación de pareja es emocionalmente dependiente, necesitará mucho apoyo y seguridad de su pareja.
Si te sientes inseguro y tienes dudas sobre tu relación, es posible que necesites la aprobación constante de tu pareja para sentirte bien contigo mismo.
A menudo, la dependencia emocional en las relaciones puede provocar malestar emocional a distintos niveles. Si tienes pensamientos y preocupaciones constantes sobre hacia dónde va tu relación y si los sentimientos de tu pareja están cambiando hacia ti, puede hacerte sentir intranquilo y ansioso.
Estos pensamientos pueden intensificarse aún más cuando no estás con tu pareja y puedes pasarte todo el tiempo pensando en lo que está haciendo y si sigue enamorado de ti. Como resultado de esta fijación, tu nivel de estrés basal puede llegar a ser bastante alto.
Si dependes completamente de tu relación de pareja para cualquier apoyo emocional, entonces te quedarás atrás a la hora de priorizarte a ti misma/o.
Esto puede manifestarse como falta de higiene, dependencia de las drogas y el alcohol, falta de ejercicio o incluso no tomarse tiempo para uno mismo y cultivar sus aficiones e intereses.
No es realista depositar todas tus expectativas en una sola persona y que esta satisfaga todas tus necesidades, siempre. Debes tener herramientas de afrontamiento que te ayuden a ser autosuficiente, especialmente cuando los demás no estén disponibles.
El primer paso para construir una relación más independiente y satisfactoria con uno mismo es identificar el problema de raíz y qué causa el estado actual de tus emociones. Consultar a un profesional de la salud mental sería el primer paso para comprender y corregir un estado emocional problemático. Un profesional te ayudaría a identificar el problema de fondo y potencialmente te daría un diagnóstico clínico con un plan de tratamiento viable. La dependencia emocional suele ir acompañada de otros problemas de salud mental que afectan al funcionamiento social.
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