En un mundo en permanente evolución (¿y ebullición?), hiperconectado e hiperestimulado, las relaciones humanas ya no se limitan a las convencionales, es decir, el amor romántico, que antes era patrimonio de la interacción de personas, ahora se ha transformado y va más allá de sus propias narices. 

Porque, en estos tiempos, los vínculos afectivos aplican a la tecnología, se sienten afines a lo interactivo y transforman este mood en una especia de nueva normalidad. 

O por lo menos, eso es lo que dicen todos los expertos en tendencias, algo que aquí, en Roll and Feel vamos a desenmarañar.

¿Qué es digisexual?

Ser digisexual señala a aquellas personas cuya “identidad sexual primaria proviene del uso de la tecnología”. De a poco comienzan a armarse encuentros entre sábanas con robots y los seres humanos buscan en las máquinas un espacio de placer. 

Es tal el boom de esta nueva corriente, que según algunos estudios, para el 2050 tener encuentros con robots será algo más que “común”. 

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Digisexualidad ¿el futuro del sexo y vínculos amorosos?

¿Dónde quedaron las mariposas en la panza? Aquel sentimiento tan primario que te desvela, te sonroja, te potencia… o hasta el “sufrir por amor”. ¿Dónde quedó todo eso?

Porque serán dos de las carencias que las nuevas generaciones Z padecerán. 

En un mundo efímero donde hoy te autopercibís de una forma, pero mañana quizás la cosa cambie, en el que las relaciones sexuales cada vez tienen más aristas o los sentimientos dejan de producir piel de gallina para transformarse en algo automático y despersonalizado, la digisexualidad cobra color y forma y puja por desplazar el contacto piel a piel. 

Por qué el ser humano busca todo el tiempo corrientes no convencionales para destacarse, salirse del molde o simplemente “molestar” a lo tradicional. 

Según estudios realizados, son formas de marcar terreno e imponerse con ideas que lo que buscan es transformar. Sin ir más lejos, el Ingeniero Adrian Cheok de la Universidad de Londres dice que esta tendencia está en crecimiento, porque será más simple y hasta “más conveniente” tener sexo con un robot porque podrás digitar / tener el tipo de sexo que realmente quieras, el sexo del futuro.

Es decir, podremos organizar primero la carnalidad y luego pensar en algo similar al amor. 

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Digisexual: Caso del casamiento con un holograma

En el año 2018 el japonés Akihiko Kondo decidió casarse con un holograma. Se llamaba Miku Hatsune y era cantante virtual.
Kondo la conoció en un momento de su vida de mucha vulnerabilidad por el acoso que sufría en su trabajo, lo hizo que pida licencia por trastorno de adaptación. 

Refugiado en su casa, empezó a seguirla y a ver sus videos una y otra vez. Según declaraciones, él sintió que Miku le “salvo la vida”.

Por la relación que creyó forjar sintió que dar un paso más era lo esperable y decidió casarse con él. La boda tuvo una repercusión en todo el mundo absolutamente esperable, por lo increíble del caso, pero siempre se mantuvo fiel a sus convicciones, e incluso, declaró que era inmensamente feliz con su esposa y que estaba profundamente enamorado del holograma. Pero la relación terminó para siempre en el año 2020, cuando la empresa Gatebox, creadora de Miku, discontinuó el modelo por la baja demanda que tenía. 

A pesar de no poder comunicarse más con ella, Akhiko mantiene las mismas rutinas diarias y asegura que su vínculo sigue intacto. 

¿Será el fin del amor romántico y el comienzo del amor tech?