Desde su infancia, Jane Goodall descubrió su pasión por la naturaleza, y a pesar de tener actualmente más de 80 años, sigue siendo una defensora apasionada de su protección y conservación.
Con más de medio siglo de experiencia en su haber, ha logrado revolucionar nuestra percepción de los chimpancés y ha obligado a replantearnos el concepto de lo que significa ser humano. Goodall señala directamente a nuestra especie como responsable de la degradación del planeta y la pérdida de biodiversidad.
Jane Goodall, nacida en 1934 en la ciudad de Londres, creció en un entorno rodeado de animales, lo que despertó en ella un amor inmenso por la naturaleza desde temprana edad. De hecho, su primer encuentro con los chimpancés fue completamente fortuito cuando, a la tierna edad de 2 años, recibió un peluche de esta especie como regalo. En ese momento, aún no sabía que ese inocente juguete marcaría su destino de manera significativa.
Sus libros favoritos en aquel entonces eran Tarzán y El Libro de la Selva, y soñaba con poder escribir sus propias historias sobre animales algún día.
Movida por su ambición, Jane Goodall decidió embarcarse en una aventura a Mombasa, Kenia, a la edad de tan solo 22 años. Fue en este lugar donde tuvo la oportunidad de conocer al renombrado antropólogo Louis Leakey, quien rápidamente reconoció el potencial de Goodall y decidió involucrarla en un innovador estudio sobre un grupo de chimpancés salvajes. Lo que inicialmente se planeaba como una investigación de seis meses se ha extendido durante más de 60 años hasta la actualidad.
El objetivo de este proyecto era comprender el comportamiento de un grupo de chimpancés que habitaba en la costa este del lago Tanganika, una región remota que ofrecía innumerables oportunidades de descubrimiento. Esta idea entusiasmó a Jane Goodall, quien no dudó ni un instante en dirigirse hacia aquel lugar, donde plantó su tienda de campaña en medio de la selva y comenzó su investigación.
Los primeros días de estudio estuvieron marcados por el rechazo de los chimpancés hacia la presencia humana en su hábitat natural. Con el paso del tiempo, los animales empezaron a adaptarse a la presencia de Jane Goodall, lo que le brindó la oportunidad de obtener los primeros resultados de su investigación.
Las exhaustivas investigaciones de Goodall y su enfoque riguroso revolucionaron la comunidad científica. Ella logró arrojar luz sobre un mundo que hasta entonces era completamente desconocido y salvaje. Sus estudios revelaron información valiosa sobre la estructura social de los chimpancés, sus patrones de forrajeo, caza y la guerra entre grupos de primates.
Uno de los descubrimientos más significativos de Goodall fue observar cómo los chimpancés fabricaban y utilizaban herramientas. Descubrió que rompían ramas delgadas de los árboles, les quitaban las hojas y las usaban para obtener alimento de termiteros. Este hallazgo desafiaba la creencia previa de que los chimpancés eran animales exclusivamente herbívoros, revelando su naturaleza omnívora, similar a la de los seres humanos.
A medida que transcurría el tiempo, las conclusiones de Goodall adquirieron una relevancia crucial en la generación de conciencia y empatía en torno a la importancia de proteger a los animales y sus ecosistemas.
A través de sus charlas y conferencias, Goodall nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones y a transformarlas hacia prácticas más respetuosas con la biodiversidad, con el objetivo de construir sociedades más sostenibles. Su trabajo nos recuerda constantemente la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y protegerla para las generaciones futuras.
En 1965, Jane Goodall fue reconocida con un doctorado honorario en etología, la ciencia que estudia el comportamiento animal. Sin embargo, este importante logro académico fue recibido con escepticismo por parte de sus colegas hombres en el mundo científico.
Ese mismo año, su primer artículo fue publicado en la portada de National Geographic, lo que marcó el comienzo de una mayor exposición de su trabajo debido a la relevancia de sus investigaciones. Esto llevó a que el trabajo de Goodall ganara más repercusión que el de su mentor, Louis Leakey. Aunque Leakey reconocía el valor del trabajo de Jane, sabía que necesitaba un título académico para ser tomada en serio en la comunidad científica. Por lo tanto, convenció a varios profesores de la valía de Goodall y la apoyó para que pudiera realizar un doctorado en la Universidad de Cambridge.
En 1965, finalmente obtuvo su doctorado honorario en etología, a pesar de las dudas y el escepticismo que enfrentó en el mundo científico. Sin embargo, ella tenía plena confianza en sus contribuciones y lo demostraba en sus escritos. Goodall, una mujer sin credenciales formales en ese momento, revolucionó el campo de la biología y se ha convertido en una de las científicas más influyentes del siglo XXI.
A partir de 1986, Jane Goodall comenzó a involucrarse activamente en el activismo ambiental para concienciar a la población sobre la urgente necesidad de cambiar nuestra relación con el medio natural y sus ecosistemas.
A lo largo de su carrera, Goodall ha escrito más de 26 libros, ha publicado setenta artículos y ha participado en numerosas películas que han brindado una nueva perspectiva sobre el comportamiento animal y han contribuido a nuestra comprensión del medio ambiente. Su extenso y riguroso trabajo la ha llevado a recibir el título de Doctora Honoris Causa por 45 universidades de todo el mundo.
Hoy en día, a pesar de su avanzada edad, Jane Goodall continúa siendo una figura activa a través de su programa «Roots & Shoots» (Raíces y Brotes), el cual tiene como objetivo promover acciones de mejora social y ambiental entre miles de jóvenes en más de 138 países.
El concepto de igualdad de género es un término que conlleva una labor inacabada. En…
Estar en Barcelona para los Premios Internacionales de Cannabis y la Semana de la Feria…
Las ciudades inteligentes en el mundo emergen con fuerza y se hacen notar. Su existencia…
Señalar cuáles son los mejores juegos de la Play Store puede ser causa de un…
¿Has escuchado sobre el parasailing? Se trata de una disciplina deportiva acuática que consiste en…
El muralismo chicano en L.A. ha sido por largos años un recurso genuino de protesta…