¿Has visto alguna vez un tatuaje en el interior del labio de alguien? Famosos como Miley Cyrus, Madison Beer y Kendall Jenner han lucido este tipo de tatuajes, lo que ha disparado su popularidad y les ha otorgado una gran credibilidad. 

Son una gran elección para cualquiera que quiera un tatuaje oculto que cause un gran impacto al mostrarlo, y pueden adaptarse a cualquier estética. Desde palabras y frases hasta animales y diseños abstractos, ¡las opciones de diseños de tatuajes de labios son infinitas!

Sin embargo, estos tatuajes se consideran unos de los más dolorosos y requieren un tipo específico de cuidados posteriores. Sigue leyendo para saberlo todo sobre los tatuajes de labios, desde el nivel de dolor hasta los efectos secundarios.

¿Qué son los tatuajes en los labios?

Los tatuajes labiales, que suelen colocarse en el interior de la boca, son exactamente lo que parecen: un diseño entintado en la piel del labio. Estos tatuajes pueden tener cualquier diseño, igual que un tatuaje en cualquier otra parte del cuerpo. Sin embargo, cuando elijas qué tatuarte, ten en cuenta que la zona es mucho más pequeña y sensible.

Además de mantenerlo pequeño y sencillo, puedes optar por el diseño que quieras. Si quieres color, ¡es posible! Si quieres tinta negra, también es posible.

También es importante tener en cuenta la longevidad de los que se hacen en esta zona a la hora de plantearse un tatuaje en el labio. El labio es una opción popular para los tatuajes, pero no es tan permanente como otras partes de la piel. Mientras que normalmente se considera que los tatuajes duran para siempre, los de labio tienden a durar solo de uno a cinco años. Esto se debe a la rápida renovación celular de la zona de los labios, que desprende la tinta con rapidez.

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Dolor y tiempo de cicatrización

La piel del labio tiende a ser bastante fina, y hay muchas terminaciones nerviosas en el labio, por lo que es importante tener en cuenta el dolor del tatuaje antes de reservar tu cita. Los tatuajes de labios se consideran una de las zonas más dolorosas, además de que hay que mantener el labio girado hacia fuera y perfectamente quieto durante todo el proceso.

Una vez tatuado, el cuidado del labio es vital. Debido a la cantidad de bacterias que hay en la boca y a la frecuencia con que se usa, no cuidar bien la tinta puede causar complicaciones. Un tatuaje labial tarda aproximadamente dos semanas en curarse del todo.

Los cuidados posteriores de los tatuajes de labios son diferentes a los de otros lugares, ya que no puedes lavarte el interior de la boca con jabón antibacteriano. En su lugar, utiliza un enjuague bucal antibacteriano y sin alcohol para limpiar la zona dos veces al día.

Durante el periodo de cicatrización, asegúrate de mantenerte alejado de alimentos ácidos o picantes que puedan alterar la forma en que se asienta la tinta. Asimismo, evita fumar o cualquier otra actividad que pueda irritar la zona. En general, mantén el labio limpio y recuerda tu tatuaje a diario, aunque no lo veas.

Efectos secundarios de los tatuajes labiales

Debido a la ubicación de los tatuajes labiales, el periodo de cicatrización tiende a interrumpirse con facilidad, y los efectos secundarios son frecuentes. Es importante seguir el procedimiento de cicatrización recomendado y vigilar el tatuaje para detectar cualquier signo de problema.

El mayor riesgo de los tatuajes labiales es la infección, la mucosa oral tiene una alta densidad de bacterias y es más difícil mantenerla limpia de forma constante.

Para combatir la probabilidad de una infección, busca un tatuador profesional que tenga mucha experiencia con tatuajes de labios  y aseguráte de que utiliza herramientas estériles y técnicas adecuadas.

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Durante el periodo de post tratamiento, presta atención a cualquier cambio en el aspecto de tu nuevo tatuaje. Aunque es habitual que aparezcan hinchazón y enrojecimiento justo después de tatuarse, los efectos prolongados pueden indicar un empeoramiento del problema.

Recuerda que las infecciones de la piel son clásicamente dolorosas, hinchadas, van acompañadas de fiebre y empeoran con el tiempo.

Otro problema habitual son las cicatrices, que pueden aparecer si no se sigue un procedimiento de cuidado posterior adecuado. Esto puede hacer que el tatuaje parezca deformado y que el labio tenga una cicatriz permanente que no sea tan bonita como el nuevo tatuaje.

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