El Valle de la Luna. Una de las maravillas del mundo, sin lugar a dudas, fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ubicada geográficamente en el Parque Provincial de Ischigualasto, está situado en Argentina, sobre el noroeste de la provincia de San Juan.
Adentrarse de lleno en El Valle de la Luna es como retroceder en el tiempo al período Triásico en un abrir y cerrar de ojos y es, sobre esa belleza natural imponente, donde el viajero deja volar su imaginación.
El acceso puede hacerse en coche y se puede recorrer en 3 horas cada uno de los rincones de los más de 40 km de extensión que tiene el lugar. Conformado por geo formas, cada una está señalada con un nombre: Valle Pintado, Concha de las Bochas y la Esfinge, El Gusano, El Hongo y El Submarino. Se aconseja recorrerlas con un guía especializado para ir conociendo al detalle el origen de cada uno de esos rincones.
En el parque, se puede visitar también la antigua chimenea del volcán Cerro Morado, ya extinto.
En cuanto a las condiciones climáticas, se aconseja visitar El Valle de la Luna durante las estaciones de otoño y primavera, cuando las temperaturas son moderadas.
Durante la época estival del verano, el calor atenúa el paseo y en invierno, suele ser muy extremo con temperaturas que llegan los 0 grados.
La vuelta por El Valle de la Luna se puede hacer desde la capital sanjuanina que queda a unos 273 km, aproximadamente.
Es de fácil acceso y se puede tomar el camino más corto desde la capital, atravesando la ruta 40 hacia el norte, hasta la localidad de Huaco, y desde ahí, encarar el último tramo por la ruta 150, que tiene varios puentes y túneles. Este camino fue inaugurado en octubre del año 2014 y es una de las formas más originales de llegar.
La vuelta por El Valle de la Luna se puede hacer desde la capital sanjuanina que queda a unos 273 km, aproximadamente.
Es de fácil acceso y se puede tomar el camino más corto desde la capital, atravesando la ruta 40 hacia el norte, hasta la localidad de Huaco, y desde ahí, encarar el último tramo por la ruta 150, que tiene varios puentes y túneles. Este camino fue inaugurado en octubre del año 2014 y es una de las formas más originales de llegar.
Para el viajero más detallista y curioso hay dos formas de llegar:
Desde la ciudad de San Juan: se recomienda hacerlo a través de la ruta 20, que pasa por el departamento de Cauce, el paraje de la Difunta Correa, hasta llegar al primer control en Bermejo.
Desde ahí, quedan 60 km hasta empalmar con la ruta provincial 510 que lo llevará hasta el departamento Valle Fértil, que atraviesa las localidades Astica y Chucuma.
La distancia completa desde la capital de San Juan hasta San Agustín del Valle Fértil es de 260 km.
También hay otra forma de acceder y es a través de este departamento, siguiendo la ruta provincial 510 y la ruta nacional 150. Desde ahí se accede directamente al Parque Natural Ischigualasto, cuyo recorrido es de 80 km y atraviesa las localidades de Baldes del Rosario, Los Baldecitos y Uno.
Para acceder a El Valle de la Luna es necesario contemplar los horarios y sus valores.
El ingreso al parque varía según la época del año y se recomienda consultarlos previamente, ya que pueden modificarse de momento a otro, por cuestiones climáticas.
Del 21 de setiembre al 20 de marzo, el horario es de 8 a 17 horas.
Del 21 de Marzo al 20 de setiembre: de 9 a 16, es el horario habilitado.
El 24 de diciembre, el acceso al parque es hasta las 11 horas.
Lo mismo para el 31 de diciembre.
Tanto el 25 de diciembre como el 1 de enero, se encuentra cerrado al público.
En cuanto al precio de las entradas, hay diferentes opciones:
La entrada general para visitantes de otros países es de 2500 pesos argentinos.
Para los residentes nacionales 1500 pesos argentinos.
Para los que son oriundos y viven en la ciudad de San Juan, la entrada tiene un valor de 500 pesos argentinos.
Los jubilados tienen acceso por 1000 pesos argentinos.
Los estudiantes, presentando el carnet actualizado, lo pueden hacer por 1000 pesos argentinos.
En cambio, los menores de 6 años, tienen acceso gratuito.
La entrada al Parque incluye un guía especializado que recorre, junto al viajero, todo el camino de piedra y ripio hasta las cinco estaciones: Valle Pintado, Concha de las Bochas y la Esfinge, El Gusano, El Hongo y El Submarino.
En el complejo del Parque Ischigualasto, hay un museo donde se exhiben los restos fósiles que se encontraron en el Valle y que están a cargo y al cuidado de la Universidad de San Juan.
Esta maravilla de llanuras desérticas y topografía esculpida por el viento, tiene picos afilados de arenisca, cráteres y depósitos de sal relucientes. Su majestuosidad la convierten en una experiencia inolvidable para los sentidos.
Es por esto que hay 3 paseos obligados de realizar:
El Tour Astronómico es una de las excursiones estrellas del Valle. Tanto para los amantes de la astronomía y público en general, se puede observar el cielo nocturno completamente libre de contaminación lumínica y disfrutar de una noche de luna llena muy energética.
También, la caminata al Cerro Morado, que permite ascender a la cima del cerro a 1800 msnm, donde se podrá acceder a una vista panorámica inigualable.
Además, durante el ascenso, se podrán conocer la flora y fauna autóctona del lugar.
Y para los más aventureros está el circuito a la Quebrada de la Peña, que se hace en trekking a través del Cañón de la Peña, donde se podrán ver los cursos de agua que generaron con el tiempo, una geografía marcada por la erosión eólica y fluvial imponente.
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