¿Has pensado alguna vez en los fetiches que podrías tener? Seguro que más de una vez has pensado en cuál podría ser el tuyo.
Y no, no todo es utilizar nata montada o fresas, ¡aquí te hablamos de algunos fetiches con la comida con los que puedes divertirte experimentando! 😉
Empecemos por aclarar que un fetiche sexual es un objeto en el que el practicante deposita la función de excitación sexual. Suele hacerse de forma involuntaria y tiene que ver con experiencias de la primera infancia en las que la persona vio o vivió una escena sexual.
Hablando de fetiches alimenticios, estos se originaron porque el ser humano siempre ha querido experimentar diferentes sensaciones para aumentar la excitación o el placer sexual. En esta búsqueda, encontró algo nuevo en las diferentes texturas, sabores, olores y todo lo que la comida puede provocar.
Consiste en embadurnarse de alimentos, bebida y otras sustancias comestibles por todo el cuerpo. No solamente son juegos preliminares, sino que muchas personas también disfrutan con la sensación de la comida en el cuerpo. Además, puede resultar visualmente atractivo, según qué alimentos elijas.
Surgió a raíz de que muchos artistas se iniciaran en el Eat Art y experimentaran con el cuerpo y la comida para crear arte. El precursor de este fenómeno es Blake Little, un fotógrafo de Los Ángeles que utilizó miel para cubrir a modelos en una sesión fotográfica.
El feederismo es un fetiche de pareja. Implica a un alimentador y un alimentado.
El feeder se encarga de alimentar a su pareja y el feedee es alimentado; la misión es hacer engordar al feedee sin límite aparente.
Para ilustrarlo, tomemos como ejemplo la película de Marco Ferreri La Grande Bouffe (La gran comilona), donde se unen el placer de comer y el placer del sexo.
Teniendo en cuenta que la obesidad es un problema de salud pública en Estados Unidos, México y muchas partes del mundo, ¡no es una práctica sexual muy saludable!
Ya lo conoces: empezó como un fenómeno de las redes sociales, sobre todo en Instagram y Twitter.
Algunos pueden pensar que «es una exageración, que las fotos de comida dan hambre, no hambre de los demás», sin embargo, ¡muchas personas experimentan mucha excitación sexual! 😉
Es una moda surcoreana que surgió en 2011, cuando un bloguero ingierió enormes cantidades de comida mientras charlaba con el público, ¡que observaba fascinado el atracón!
No exageramos cuando utilizamos esta palabra, ya que hay blogueros que se comen hasta un kilo de fideos, cuencos enteros de yakimeshi o hasta 30 trozos de pollo frito.
El tema se ha hecho tan famoso que algunos espectadores pagan a los blogueros para que realicen extrañas prácticas con la comida, y sus peticiones son cada vez más frecuentes.
Todavía no sabemos cómo definir esta práctica que realiza un bloguero con 172 mil seguidores. En sus vídeos, aplasta diferentes trozos de pan con la cara, una actividad que (sorprendentemente) se vuelve visualmente atractiva al añadir música, luces de colores, y sonidos agradables.
Disfrutar libremente de la vida sexual, es uno de los grandes placeres en la Tierra…. ¡¿Por qué no mezclarlo con el otro gran placer que es la comida?! 😉
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